Discipulado 1 - Tercera Seccion: Fundamentos de la vida Cristiana

Lecciòn 29 - Andar en el Espiritu.
 

Objetivo:
Ayudar al discípulo a tomar los recursos espirituales para desarrollar una vida abundante.

Introducción:
Es importante para el nuevo cristiano darse cuenta de la fuente de poder que tiene para vivir la vida cristiana.  Las verdades importantes de la vida llena del Espíritu Santo son básicas para la vida cristiana efectiva.  Si capta estas verdades en una época temprana de la propia experiencia cristiana, evitará mucha derrota y frustraciones a medida que crece.  ¿Qué significa andar en el Espíritu?

Esté seguro de ser lleno del Espíritu Santo:
¿Qué significa ser lleno del Espíritu Santo?  La palabra “lleno” significa ser repleto, colmado, saturado, pleno, ocupado.  Puesto que el Espíritu Santo vino para glorificar a Cristo (“14El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.” S. Juan 16:14), y es el Espíritu de Cristo (“9Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.” Romanos 8:9), ser lleno con el Espíritu Santo es ser lleno de Cristo mismo.  
Significa que vivimos en una consciente dependencia de Él, reconociendo que es Su vida, Su poder, Su sabiduría, Sus recursos, Su fortaleza, y Su habilidad obrando a través de nosotros, lo que nos capacita a vivir de acuerdo con Su voluntad. 
El mandato de ser lleno se encuentra en Efesios 5:18 “18No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,...”.  Existen algunas condiciones para lograr esta llenura.  Veamos cuáles son:

Consecuencias de estar lleno del Espíritu Santo

La vida cristiana es una gran aventura.  Es una vida llena de propósito y poder. Cristo nos ha dado las más excelentes promesas.  “12De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre. 13Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.” (S. Juan 14:12 y 13). 
Naturalmente, nosotros no podemos, por nuestras propias fuerzas, realizar esas grandes obras que Él ha prometido que haríamos.  Es Cristo mismo, viviendo “en y a través de nosotros”, en todo el poder de Su resurrección, moviéndose mediante nuestros cuerpos, pensando con nuestras mentes, hablando con nuestros labios, quien nos capacitará el Espíritu Santo, para hacer estas “grandes obras”. 
Con ese poder vamos a poner las manos sobre los enfermos y sanarán, vamos a atar y echar al enemigo de las vidas de nuestros amigos y familiares y los veremos libertados, vamos a testificar a los hombres y mujeres que Cristo salva y vamos a verlos nacer en el reino de Dios, vamos a crecer en el conocimiento de Dios y tomaremos la posición que nos corresponde en el reino de Dios (“8pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” Hechos 1:8).

Uno de los más grandes actos de obediencia es compartir a Cristo con otros en el poder del Espíritu Santo. 
Siendo que:

Si quiere que la presencia de Cristo sea vital, valedera y emocionante en su experiencia, comience a compartir a Cristo como norma de su vida, a medida que camina en el Espíritu.

La vida cristiana es una vida de victoria, gozo, paz y propósito.  Jesús dijo “10El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” (S. Juan 10:10). 
Es verdad que muchos cristianos viven vidas derrotadas y de desaliento, pero esto no es la norma del Nuevo Testamento. 
Imagínese a Pablo y a Silas encarcelados en Filipos, azotados, encadenados y arrojados al calabozo; a pesar de eso, ellos oraban y cantaban alabanzas a Dios.  Su confianza y fe la tenían depositada en el Dios vivo y verdadero a quien amaban, servían y adoraban.  ESTO ES ANDAR EN EL ESPÍRITU (“25Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.” Hechos 16:25).
La vida abundante se manifiesta a través del fruto del Espíritu, que tiene las siguientes manifestaciones: “22Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.” Gálatas 5:22 y 23.  Anote las manifestaciones del fruto del Espíritu Santo en las casillas siguientes:

           
El nuevo cristiano debe ir descubriendo nuevas áreas de su vida que necesitan ser rendidas al control del Espíritu Santo.  Cuando esas áreas son descubiertas (una actitud o una acción que desagrada al Señor) simplemente debe confesarlas.  Lo que necesitamos en estos últimos tiempos son hombres y mujeres que anden en el poder del Espíritu Santo.

EL ESPÍRITU SANTO ES EL ACEITE DE NUESTRA LÁMPARA
PARÁBOLA DE LAS DIEZ VÍRGENES
Lectura central:
"1Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. 2Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. 3Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; 4mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. 5Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. 6Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! 7Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. 8Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. 9Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. 10Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. 11Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! 12Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. 13Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir." San Mateo 25:1-13

“13Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir."
Dijo Jesús: “36Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. 37Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. 38Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, 39y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.” (S. Mateo 24:36-39)

Carácter de los hombres en los postreros días:
“1También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. 2Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, 4traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, 5que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.” (2 Timoteo 3:1-5)
La Palabra de Dios nos dice hoy que estemos atentos.  Las diez vírgenes tenían que esperar al Esposo.  "9El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 10Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas."  (2° Pedro 3:9-10).
10 vírgenes: Siempre la virginidad es sinónimo de pureza, de limpieza, de ausencia de pecado.  Aquí se refiere a los cristianos.  Todos han sido purificados por la sangre del Cordero Cristo Jesús.  Todos han recibido la lámpara, la luz, la cual es Cristo: "12Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida."  (S. Juan 8:12).
Lámpara: Portadora de la luz de Cristo.  “14Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 15Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. 16Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” (S. Mateo 5:14-16).
Algunas tomaron aceite de reserva, otras no: Las que no llenaron sus vasijas con aceite, se quedaron solamente con lo que habían recibido al principio.  Con la emoción.  El sentimiento.  Todas sensaciones humanas.  Otras, sin embargo llenaron sus vasijas con aceite.
Todas cabecearon y se durmieron: Dejaron de velar.  Dejaron de estar atentas.  Dejaron de estar pendientes de la venida del esposo.  Pero algunas estaban llenas del Espíritu Santo, y las otras no.
Aceite: Espíritu Santo - Unción: El Señor no quiere que nos quedemos sólo con la emoción del "primer amor"; solamente con el perdón de nuestros pecados; solamente con el nuevo nacimiento, y que vivamos toda nuestra vida siendo niños espirituales.  El Señor nos ha rescatado del pecado y nos ha provisto de otra persona cuya función es guiarnos y conducirnos en la vida: "8Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. 9De pecado, por cuanto no creen en mí; 10de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; 11y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.  12Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. 13Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. 14El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. 15Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber."  (S. Juan 16:8-15)

PARA QUÉ SIRVE EL ACEITE (ESPÍRITU SANTO):

"21Y con la sangre que estará sobre el altar, y el aceite de la unción, rociarás sobre Aarón, sobre sus vestiduras, sobre sus hijos, y sobre las vestiduras de éstos; y él será santificado, y sus vestiduras, y sus hijos, y las vestiduras de sus hijos con él."  (Éxodo 29:21).
“19¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.” 1 Corintios 6:19-20.

"13Su ofrenda será dos décimas de efa de flor de harina amasada con aceite, ofrenda encendida a Jehová en olor gratísimo;…"  (Levítico 23:13 1ra. parte).
“23Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. 24Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.” Juan 4:23-24.

"1Habló Jehová a Moisés, diciendo: 2Manda a los hijos de Israel que te traigan para el alumbrado aceite puro de olivas machacadas, para hacer arder las lámparas continuamente. 3Fuera del velo del testimonio, en el tabernáculo de reunión, las dispondrá Aarón desde la tarde hasta la mañana delante de Jehová; es estatuto perpetuo por vuestras generaciones. 4Sobre el candelero limpio pondrá siempre en orden las lámparas delante de Jehová."  (Levítico 24:1-4)

EL ESPÍRITU SANTO PROVIENE DE DIOS Y JESÚS ES EL BAUTIZADOR:
"15Como el pueblo estaba en expectativa, preguntándose todos en sus corazones si acaso Juan sería el Cristo, 16respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego."  (S. Lucas 3:15 y 16).
Fuego para purificación y el Espíritu Santo es la presencia de Dios en nuestras vidas.
"11¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? 12¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? 13Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?"  (S. Lucas 11:11-13).

SOLAMENTE SI SOMOS LLENOS DEL ESPÍRITU SANTO PODEMOS TENER PODER PARA SER TESTIGOS DE JESUCRISTO:
"8pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra."  (Hechos 1:8)

SOLAMENTE SI SOMOS LLENOS DEL ESPÍRITU SANTO PODREMOS VELAR:
“41Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.” (S. Mateo 26:41; S. Marcos 14:38).
"13Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos. 14Todas vuestras cosas sean hechas con amor."  (1° Corintios 16:13)
"7Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración. 8Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados. 9Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones. 10Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. 11Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén."  (1° Pedro 4:7-11)

RECIBISTE EL ESPÍRITU SANTO CUANDO CREÍSTE, AHORA DEBES RECIBIR LA LLENURA, ES DECIR, UNA INUNDACIÓN:
"1Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos, 2les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. 3Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. 4Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. 5Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. 6Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. 7Eran por todos unos doce hombres."  (Hechos 19:1-7).

HABLAR EN OTRAS LENGUAS:
"1Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. 2Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 3y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 4Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen."  (Hechos 2:1-4)

TEXTO PARA MEMORIZAR: Gálatas 5:16 “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.”

PARA HACER DURANTE LA SEMANA: Dedique media hora cada día para orar exclusivamente por recibir la llenura del Espíritu Santo.

“1Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. 2Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, 3¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, 4testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.” Hebreos 2:1-4.